Memoria
Tomado de Delegación de Paz de las FARC-EP
Por Solís Almeyda - integrante del Estado Mayor Central de las FARC-EP
Nariño, Efraín Guzmán
Nombres de guerra de un hombre.
Cuando el humilde lo nombre
En las FARC germinarán
Semillas de trigo y pan…
De la canción en su homenaje.
Hablar de Efraín Guzmán es memorar a un revolucionario autentico, que ingresó a la guerrilla siendo un niño, pero que se convirtió en leyenda inmortal y ejemplo de valor y sacrificio para las generaciones de guerrilleros que en distintos momentos abrazamos la causa de los oprimidos.
En este septiembre cuando se cumple un año más de su partida para la posteridad recordamos a Efraín, Nariño o el “Cucho” como cariñosamente le decíamos los combatientes farianos, lo exaltamos siempre, por estar presente en las pequeñas y grandes tareas que se realizaban en nuestra actividad cotidiana, desde el cultivo de plátano, yuca, maíz, de la leña para asar las arepas, del arriero y sus mulas, así como las demás tareas de carácter táctico o estratégico para el desarrollo de nuestro Movimiento.
Quién más que él para enseñar haciendo, era un ejemplo en el combate y el trabajo, en el espíritu de sacrificio y la firmeza indoblegable que inculcó a toda la guerrillerada, que lo hizo ocupar desde muy joven responsabilidades en nuestras filas hasta llegar a ocupar un puesto en el Secretariado, nuestra Máxima Instancia de Dirección.
Recuerdo que la primera vez que escuché hablar de Nariño fue en Antioquia, pocos meses después de la muerte de Franco en un fatal accidente. En esa oportunidad, Tabares, quien asumió como Jefe del IV Frente después de este hecho luctuoso para nuestro Movimiento, expresó: “al que le va a dar muy duro la noticia de la muerte de Franco es a Nariño, el comandante del Quinto Frente, porque ellos se querían como hermanos”. Desde ese entonces siempre desee conocer a este legendario guerrillero y la oportunidad la tuve en 1985 cuando iba saliendo del Secretariado de un curso para miembros de Estados Mayores de Frente, nos encontramos en el Páramo de Sumapáz y tuvimos la oportunidad de compartir unas horas de historia en medio de unos cuantos Guzmaneros.
Hoy en día podemos decir que la siembra de Efraín Guzmán florece en todos y cada uno de los nuevos combatientes que se incorporan a nuestras filas, así como en los hombres y mujeres que luchan en las organizaciones sociales por sus derechos y que anhelan la paz con Justicia Social para todos los colombianos.
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