Memoria
Tomado de Sin Olvido
El mes de Marzo en el departamento del Chocó está marcado por la vida. Los ríos están limpios y cristalinos, se da la subienda del pescado, las tierras que el resto del año son fangosas en ese momento están secas y permiten que las comunidades puedan realizar la cacería necesaria para alimentar a sus familias, los arboles dan frutos, las comunidades preparan los terrenos para la siembra del Arroz y el Maíz. Es verano y la vida está por todos lados.
Pero hoy han pasado 11 años desde aquel mes de Marzo de 2004 que fue marcado por la muerte. Durante todo ese mes en el territorio del Jiguamiandó departamento del choco se vio la presencia constante del Ejercito Nacional y durante este tiempo se presentaron diferentes violaciones a los Derechos Humanos por parte de los militares. Torturas, detenciones arbitrarias, saqueos, amenazas y señalamientos fueron vividos por los habitantes de este territorio, pero el día que la comunidad no ha podido borrar fue el 31 de marzo.
Este día de 2004 varios pobladores pertenecientes a seis familias salieron a sus trabajos de cosecha cuando vieron un grupo de personas armadas y vestidas de camuflado esto los hizo regresar a una vivienda de la comunidad y ocultarse asustados. Minutos después pasaron milicianos de las FARC vestidos de camuflado con armas cortas y largas y luego un grupo de cerca de 50 uniformados pertenecientes al Ejército Nacional quienes empezaron a disparar y lanzar morteros (3) por un tiempo de 15 minutos.
Mientras se realizaban los cruces de disparos los militares gritaban a los 40 pobladores que vivían en la comunidad “tírense al suelo que ustedes los tienen aquí”.
En medio del tiroteo un militar grito “un niño está muerto” y luego de esto dejaron de disparar. RICARDO GUARAONA VIDAL de 3 años de edad se encontraba en el suelo sin vida, su madre Pastora Vidal se acerco al lugar donde estaba el cuerpo sin vida de su hijo, lo levanto y regreso junto a los demás integrantes de la comunidad. Los otros niños lloraban y los militares ordenaron a una de las mujeres de la comunidad que sirviera comida a los niños.
Los militares ordenaron a los pobladores permanecer tendidos en el piso mientras otros requisaban los bolsos de todas las personas, anotaron los nombres de los menores y adultos con su respectiva cédula, preguntaron quienes eran las cabezas de familia y copiaron toda la información.
Aproximadamente a 20 minutos del lugar Ricardo Guaraona padre de RICARDO GUARAONA VIDAL al percatarse que cesaron los disparos se dirigió de inmediato a la Pemada pero fue detenido por un grupo de Militares quienes le expresaron “tírese al piso H.P guerrillero, donde tiene el fusil” “si no se queda quieto lo mato” Ricardo manifestó ser un campesino y que lo único que tenia eran sus manos para trabajar. Fue golpeado por los militares, Ricardo manifestó que quería ir a ver su familia y lo militares le preguntaron si tenía hijos a lo que Ricardo manifestó que un niño de 3 años “como que ese es el que mataron” manifestó uno de los militares. Minutos después Ricardo encontró a su hijo muerto.
A las 10:30 a.m un militar le manifestó a Ricardo “ya la embarramos, matamos a su hijo, pero que le vamos a hacer” Ricardo exigió que dejaran velar el cuerpo del niño, pero el militar se negó y dijo que nadie podía salir. Posteriormente, los militares llevaron a los familiares del menor de edad a un lugar donde era posible el aterrizaje del helicóptero militar. Luego de caminar durante 30 minutos con los familiares del menor. Allí dos delegados de Fiscalía y un médico, le tomaron varias fotografías al niño, lo midieron, luego les tomaron una fotografía a su madre y a su padre.
Hacia las 9:00 de la noche, trasladaron los restos sin vida del niño Ricardo y otros dos hombres asesinados que según los militares eran guerrilleros muertos en un enfrentamiento en Caño Seco.
El 1 de abril de 2004, el niño fue velado en una sala costeada al parecer por la décimo séptima Brigada del ejercito. De acuerdo con algunos testimonios, antes de las exequias mientras la familia era transportada uno de los militares tomó la denuncia del asesinato, este mismo militar les planteó a que fueran a denunciar el caso a la Personería, a la Defensoría a ver qué hacían. El efectivo regular les entregó $100.000 pesos agregándole "nosotros hasta ahí llegamos. No se preocupe por el ejército, ellos ya saben y no les va a pasar nada". El 2 de abril se realizó el sepelio del niño.
El niño Ricardo Guaraona hoy tendría 14 años y estaría en el colegio aportando a su comunidad construyendo la esperanza junto a su familia, viviendo cada verano del mes de Marzo en su territorio, disfrutando de los ríos claros, pescando para aportar a su familia, sembrando sus cultivos de pan coger.
En el año 2006 la familia de Ricardo Guaraona regreso al Curvaradó de donde fueron desplazados en el año 1997.
Hoy la familia Guaraona recuerda a su hijo y enciende una luz para que él desde el lugar que este los siga acompañando en la protección de la vida y el territorio.
Por los sueños SINO OLVIDO.
Por la defensa del territorio en el Curvarado SINO OLVIDO
Ricardo Guaraona en la Memoria
Ricardo Guaraona SIN OLVIDO.
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